Algunos trastornos graves de la conducta pueden afectar significativamente la comunicación, ya sea por bloqueo, inhibición o miedo persistente a hablar. Entre ellos destacan el mutismo selectivo, donde el niño o adulto es capaz de hablar pero no lo hace en determinados contextos (como en el colegio), y las fobias sociales, que pueden generar rechazo o evitación activa de la interacción verbal. En estos casos, el lenguaje está preservado en lo estructural, pero se ve restringido por factores emocionales o conductuales.
Algunas señales que pueden indicar la presencia de mutismo, fobias y otros trastornos son:
El niño habla en casa, pero permanece en silencio en el colegio o en lugares públicos
Evitación constante de situaciones comunicativas
Ansiedad intensa ante la necesidad de hablar
Uso de gestos o expresiones mínimas para evitar la comunicación oral
Aislamiento social o dificultad para establecer vínculos
Reacciones de bloqueo, rigidez o llanto ante preguntas directas
En FONOS realizamos un enfoque coordinado entre logopedia y psicología para tratar estos casos desde una perspectiva integral y respetuosa:
Evaluación conjunta del perfil emocional y comunicativo
Intervención psicológica para reducir la ansiedad y fomentar la seguridad emocional
Técnicas de desensibilización progresiva en entornos reales
Estrategias logopédicas para favorecer la expresión oral en contextos seguros
Participación activa de la familia y, si procede, del entorno escolar
Seguimiento cercano y ajuste constante de objetivos
Queremos conocerte y ayudarte desde el primer momento. En Gabinete Fonos te ofrecemos una primera visita gratuita para que podamos escuchar tus necesidades, valorar tu caso y orientarte de forma personalizada.