Los trastornos de lectura agrupan dificultades específicas relacionadas con la decodificación, fluidez y comprensión lectora. El retraso lectoescritor implica una adquisición más lenta del proceso lector, mientras que la dislexia evolutiva es una dificultad persistente de origen neurobiológico que afecta a la precisión y automatización de la lectura, sin que exista una causa intelectual, sensorial o emocional que lo justifique.
Algunas señales que pueden indicar un trastorno de lectura son:
Lectura muy lenta, silabeada o con repeticiones.
Sustitución, omisión o inversión de letras y sílabas.
Confusión frecuente entre letras similares (b-d, p-q, m-n…).
Dificultad para comprender lo leído, incluso si lee en voz alta correctamente.
Evitación de la lectura en voz alta o del estudio por texto.
Bajo rendimiento escolar a pesar del esfuerzo.
La intervención busca mejorar la precisión y comprensión lectora mediante técnicas adaptadas al perfil del alumno.
Evaluación individual para identificar el tipo y nivel de dificultad lectora.
Trabajo fonológico intensivo en caso de dislexia.
Técnicas para desarrollar la conciencia silábica y fonémica.
Ejercicios de velocidad y comprensión lectora.
Uso de textos adaptados y apoyos visuales.
Refuerzo positivo y estrategias de compensación en el aula.
Queremos conocerte y ayudarte desde el primer momento. En Gabinete Fonos te ofrecemos una primera visita gratuita para que podamos escuchar tus necesidades, valorar tu caso y orientarte de forma personalizada.